Los 6 dramáticos vicios del corrector por los que los escritores huyen
Querida escritora, querido escritor. Quiero que sepas que entiendo perfectamente la sensación de pérdida y desolación que sientes al entregarle tu obra a un corrector. Es lo más parecido a lo que sentimos las mamás y los papás el primer día que enviamos a nuestros hijos al jardín de infantes; de pronto, alguien va a hacerse cargo de lo que construimos con tanto esfuerzo y dedicación. ¿Y si no lo comprende?, ¿y si le quiere cambiar las ideas?, ¿y si piensa que es diferente de lo que es y lo confunde?