La comunicación digital se caracteriza por la inmediatez. Cuando no hace mucho tiempo atrás nos tomábamos tiempo para pensar un texto antes de escribirlo; cuando lo repensábamos mientras escribíamos; cuando también nos tomábamos un tiempo en despacharla, si se trataba de una carta; hoy todo es instantáneo, ese tiempo se esfumó. En cuanto a la lectura, también era más pausada, nos era posible leer un texto, resumirlo y sintetizar los puntos más importantes. Hoy pareciera que todo va a la velocidad de la luz y que siempre vamos con retraso, sin tiempo de detenernos a pensar.
La escritura es un arte y, por ser digital, no debería dejar de serlo. Tiene otras características, nada más.
Cuáles son las 9 relaciones que revelan el éxito en la comunicación digital:
- Saber que hoy todos somos escritores.
- Comprender que no es igual la comunicación presencial que la virtual.
- Reflexionar acerca de cómo comunicamos hoy.
- Ser conscientes de que, cuando escribimos, transmitimos nuestra imagen.
- Utilizar la Comunicación persuasiva.
- Analizar la lectura en Internet.
- Preguntarnos qué pasa con lo que posteamos en las redes.
- Experimentar si compartiríamos un texto mal escrito.
- Trabajar en cómo lograr la excelencia en la inmediatez de la comunicación digital.
1. Hoy todos somos escritores
Sí, así como lo escuchas; no importa a qué te dediques, prácticamente todo lo que comunicas hoy en día es a través de la escritura. De más está decir que la pandemia aceleró de manera drástica la comunicación digital. Es probable que no nos hayamos detenido a pensar en esto, pero podría asegurar que el 90 % de las comunicaciones que tenemos hoy en día son digitales y, de ese 90 %, me atrevería a decir que el 75 % son escritas. O sea que, casi la tercera parte de nuestras comunicaciones son escritas. ¿Acaso eso no nos convierte en escritores?
2. No es igual la comunicación presencial que la virtual
En la comunicación virtual, algunos elementos propios de la comunicación no verbal están ausentes y, entre ellos, la imagen es el factor más importante.
La comunicación presencial se complementa con gestos, posturas, miradas; incluso con vestimenta, perfumes, peinados, maquillaje, calzado, por nombrar solo algunos. Hay una gran cantidad de información que transmitimos en la comunicación presencial, que nos ayudan a contextualizar el mensaje. En la virtual todos esos elementos no están presentes y no siempre podemos reemplazarlos; es fundamental recurrir a los signos de exclamación, a la musicalidad del texto, a una redacción excelente y a los emoticones (aunque no siempre es posible), para que nuestros lectores puedan contextualizar lo que estamos transmitiendo y comprenderlo en su totalidad.
3. Cómo comunicamos hoy
Hoy comunicamos a través de la escritura, tanto para la comunicación cotidiana, como para la profesional. A veces es motivo de malestar, de queja y hasta de burla ser puntillosos en determinadas redes sociales. La inmediatez de la comunicación hace también que descuidemos las normas y eso ocurre en todos los ámbitos, lo que puede llevarnos a tener una escritura descuidada en un lugar incorrecto.
Todo esto nos exige extremar la atención para no quedar fuera de registro, lo que equivale a sonar formal en ambientes informales e informales donde deberíamos cuidar el estilo.
4. Qué transmitimos cuando escribimos: Nuestra imagen
Nuestra imagen es lo que el lector percibe de nosotros a través de la lectura. Él no tiene la posibilidad de evaluar otra cosa más que lo que lee y eso es lo único que lo orientará para hacerse una idea de nosotros y de nuestros productos.
Si quiero regalar chocolates, difícilmente compre en un sitio cuyo anuncio diga: vonbones reyenos.
Supongamos que comenzaste un curso que te parece maravilloso por el nivel de enseñanza que ofrecen y por la calidez de las personas que lo imparten, y escribís un artículo a modo de agradecimiento y recomendación, contando la experiencia a tus amigos en alguna red, que podría ser Facebook. Si ese artículo estuviera bien redactado, sin errores de ortografía ni ambigüedades, además de agradecerte y felicitarte (que de seguro lo harán, porque los has etiquetado y hablas de ellos) podrían utilizarlo para promocionar su actividad, lo compartirían, quizás hasta lo utilizarían como testimonio de su actividad. Tu publicación tendría otra dimensión, levantaría vuelo.
Una escritura descuidada da una imagen desprolija de quien está detrás; y, si bien estos casos parecen extremos, las redes están llenas de verdaderos asesinatos de la escritura y quien se perjudica, en definitiva, es quien escribe.
5. Comunicación persuasiva
El propósito último de la escritura persuasiva puede ser darnos a conocer, generar entradas al blog, vender un producto o servicio, en síntesis: vender. La clave del también llamado copywriting es ponerse en el lugar del lector e ir directamente al punto, no andar con rodeos o dejar la información importante para el final. Respetar su tiempo es en definitiva una conveniencia mutua, sabiendo que de lo contrario no terminará de leer y no lograremos nuestro objetivo.
6. Lectura en Internet
No fue hasta comienzos de los años 2000 que Internet, con toda su información irrumpió en la vida de la mayoría de las personas. Hasta entonces, interactuábamos con publicaciones gráficas que conllevaban un contenido confiable, ya que provenían de fuentes que podíamos verificar.
A partir de ese momento (años más, años menos según el estrato sociocultural al que perteneciera la persona), la balanza se fue inclinando, cada vez más hacia los textos digitales, que aportan una inconmensurable cantidad de información, con hipervínculos que nos pueden perder, llevándonos de un punto a otro y generando una lectura nómada, saltarina, en donde las fuentes ya no son fidedignas, toda vez que no se pueden verificar de manera tan sencilla.
Como lectores, vamos escaneando, página tras página, generando una lectura fraccionada, exploratoria, en la que los textos se dejan inconclusos casi sin darnos cuenta.
7. Qué pasa con lo que posteamos en las redes
Hace un tiempo hice una compilación de tatuajes con errores de ortografía. Causó gran sensación porque, al verlos, automáticamente uno se ponía en el lugar de la persona tatuada y experimentaba la desesperación ante un error irreparable.
No hace falta profundizar demasiado para darse cuenta de que todo lo que escribimos en Internet tiene la permanencia de un tatuaje, queda para siempre, cualquiera, en cualquier momento, puede volver a él. Los textos mal escritos, con errores o faltos de significado no quedan en el olvido, antes bien quedan como una marca en nuestro legajo personal.
8. ¿Compartirías un texto mal escrito?
Muchas personas me han confiado que sienten un verdadero desafío frente a un artículo interesante, pero mal escrito, con errores de ortografía o de sintaxis. En la mayoría de esos casos optan por no compartirlo. Peor es la sensación que les provoca si el texto con faltas es de un amigo al que podrían ayudar si lo compartieran. En ese caso lo que experimentan es lo más parecido a una traición.
De seguro surgirán muy diferentes opiniones, pero estaremos de acuerdo en que cuando reposteamos algo es en señal de apoyo y de aprobación, de alguna manera le estamos diciendo al mundo que pensamos igual.
Lógicamente, cada red social es diferente en cuanto a exigencias y formalidades, y en unas nos cuidamos más que en otras. Sin entrar en muchos detalles, Linkedin muestra nuestra imagen profesional, Tiktok un lado más divertido, Facebook algo más cotidiano y lo dejamos ahí porque la idea no es hablar de las redes sociales en sí, sino en la imagen que transmitimos a través de ellas y fundamentalmente qué nos pasa frente a un texto mal escrito cuando tenemos que apropiarnos de él.
Es interesante siempre ponerse en el lugar del otro y pensar qué le pasa a él con mi texto mal escrito. Como comenté al comienzo, muchas personas me han confiado tener que pasar de largo temas realmente interesantes o comprometidos porque estaban mal escritos. Confieso que me pasó lo mismo. Recuerdo que en esa ocasión era un reclamo de vecinos de mi barrio. Yo estaba totalmente de acuerdo con él y lo habría compartido, si no hubiera estado tan pésimamente escrito.
A dónde quiero llegar con esto, se preguntarán. Pues a que muchas veces no nos toman en serio porque no escribimos bien. Entonces, nuestras comunicaciones, no solo no llegan a destino ni se multiplican, sino que pueden ser objeto de burlas o menospreciadas.
9. Cómo lograr la excelencia en la inmediatez de la comunicación digital
Para lograrlo se requiere saber y poder adaptarse de manera correcta al contexto; esto es, como dijimos antes, no sonar formales en ámbitos signados por la informalidad, pero, fundamentalmente, no caer en la informalidad en los ámbitos profesionales, en los que la excelencia es nuestra carta de presentación.
Y aquí va el número 10: Infaltable, tener muy presente la escritura
Tenemos que estar muy atentos y respirar tres veces antes de enviar un mensaje. La intervención de un corrector profesional, que pueda chequear todas esas minicomunicaciones que a diario generamos es la mejor opción.
En Mar de Textos nos ocupamos de revisarlo todo. Trabajamos desde textos largos, como pueden ser un libro o una tesis, pasando por los intermedios que podrían ser cartas, memos, blogs, páginas Web o correos, hasta textos mínimos, como las publicaciones en redes sociales. TODO DEBE CORREGIRSE y hay planes para todo tipo de correcciones. Lo importante es salir al mundo con esa imagen profesional que todos deseamos.
Espero que te haya sido útil el artículo.
¡Que tengas una excelente semana!
Excelente reflexión sobre la comunicación escrita en estos tiempos. Ya me suscribí para recibir novedades. 🙂
¡Muchas gracias Mirna! Muchas veces no tomamos en cuenta estos detalles que son fundamentales. Me encanta que podamos reflexionar sobre estos temas. ¡Un abrazo!